viernes, 30 de abril de 2010

PREGÓN DEL COSTALERO 2.010

Seguimos con nuestra labor de publicar las entradas que teníamos pendientes con nuestros hermanos. En este empeño, hoy - vísperas de fiestas tradicionales de Granada, y vísperas del Pregón de las Glorias que se celebrará mañana día 1 de Mayo - hoy, reproducimos el Pregón del Costalero de 2.010 que pronunciara nuestro hermano Álvaro Jiménez-Herrera Hernández.


Dicho pregón, es organizado cada año por la Hermandad de la Cena, cumpliendo este año su XXXI edición. Fue el pasado sábado 20 de Marzo, con un lleno absoluto del Salón de Plenos del Consistorio de Granada, donde nuestro Curro (como todos lo conocemos) pregonaba al Costalero de Granada con un texto cargado de vivencias personales que han ido fraguando al Cofrade, Costalero y Capataz de Nuestra Bendita Madre del Rosario, que en este año ha sido el Pregonero del Costalero. A continuación reproducimos dicho texto. Gracias Curro.

Esta historia de amor por la Semana Santa no comienza aquí ni ahora, empezó por el mes de Febrero cuando los fríos del crudo Invierno de esta bella ciudad paseaban a sus anchas por calles y Plazas, cuando aún las tardes no tenían esa luz de Primavera y la luna de Nissan estaba aún por llegar, cuando las legiones Romanas de la Sentencia aún no sabían que su último destino iba ser a las faldas de la Colina Roja, cuando las parihuelas de ensayos aún no habían despertado del largo letargo de los cocherones oscuros y en una casa cualquiera, unas manos arrugadas por los años pero nunca por le vejez planchaban un trozo de tela. Esa tela serviría para poder ser los pies del mismo Dios por las calles de Granada. Con un trozo de tela hace dos mil años una bendita mujer en la calle de la Amargura enjuagó el rostro del divino redentor, y ahora otra bendita mujer, con un trozo de tela, haría que de nuevo Jesús pudiera caminar por Granada.

Éstos son los secretos de este bendito mundo de la costalería, cuando aún, sin darnos cuenta, Jesús nos está anunciando su llegada. Y mientras tanto…esas manos, con la única compañía de un Padrenuestro y un Dios te salve María, hacen que un cuarto oscuro de plancha sea el mayor convento de clausura y de nuevo el Amor de una Madre por su hijo empiece escribiendo esta historia de amor por la Semana Santa.

Y que haría yo sin ti, si algún día tú me faltaras,

Las primaveras no serian iguales, si tú a mí me dejaras,

Ni las noches de Cuaresma, ni las benditas Madrugadas,

Que tus recuerdos van en costales blancos y en negras fajas,

Que me viste caminar de Nazareno en noches frías de Madrugada,

Y me viste ser los pies de Dios por las calles de Granada,

Y me despedías con un beso en la mejilla cuando era tarde

De Domingo de Ramos en Granada,

Y en noches de Lunes Santo cuando caminaba con el

que desde una cruz de plata cuida a Granada,

El rezo por una Madre siempre me acompañaba.


Ilustrísimo Señor Alcalde,

Excelentísimo Concejal de Cultura del Ayuntamiento de Granada,

Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Cena Sacramental y María Santísima de la Victoria,

Hermanos Mayores,

Capataces, Costaleros, Cofrades de Granada,

El amor y el dolor, lo sentido y lo vivido, el pasado y el futuro, la eternidad y la finitud, aquello que queremos que llegue pero que nunca pase, las noches frías de ensayos y las tardes de luz plena de Primavera os están esperando.

Sin apenas darnos cuenta, las hojas del calendario han ido cayendo y de nuevo la Primavera nos aguarda. Este año los eternos cielos de esta bendita tierra serán aún más azules, más celestes, más Marianos…, porque esta tierra que nos vio nacer y que nos ve crecer, es la tierra de María Santísima. Estos cielos azules los creó ÉL…, en estos días los pecados irán asidos a la cintura del Gran Poder por Plaza Nueva, y el Despojo de nuestros pecados por S.Emilio, el Señor se hará dueño de Granada entera, y una palabra suya bastará para que florezca la Primavera, para que se haga la luz y se abran las puertas. Damas de noche, galanes y azahares están esperando los tres golpes de martillo y después de este oscuro invierno, la Primavera nos llega rompiendo albores y relentes de Madrugadas para cobijaros bajo su celestes cielos. Espera vuestra llegada, vuestro esfuerzo por llevarla a ELLA al corazón de la gente que la está esperando, a vuestras devociones, a vuestros amores eternos que nunca alcanzáis a mirar de frente por sentir la vergüenza del primer amor de juventud que llegó a vuestro corazón, si aún la seguís queriendo porque fue la primera que vuestros ojos descubrieron que el amor quema también en el alma de tanto usarlo y al lado de ELLA son muchas primaveras hablando de vuestras cosas, tú de las tuyas…y ELLA también en la tuyas.

Granada gozará con la presencia de sus Vírgenes y sus Cristos llevadas por sus cuadrillas y la espera se convertirá en emociones compartidas bajos los mantos de nuestras Dolorosas, en noches de románticas marchas bajo el manto de una Madre eterna. La cuidad os está esperando, bajo un cielo de estrellas descubriréis sus secretos, romperéis el hechizo de la Colina Roja cuando el Sábado Santo lleguéis cerca del regazo de una Madre. En el Realejo descubriréis, como dijo el poeta del martillo de la Victoria, por qué es el mejor barrio del mundo, y en el Albaycín comprenderéis por qué un Reino vale un llanto a los pies de una Madre. Por las extensas llanuras de Hispania, estarán retornando legiones Romanas que a nuestros pasos llegan y el poder de Roma en un Senatus se queda.

Sí, lo sé,…no queréis que pase el tiempo, os gustaría pararlo…,como lo hacía el Faraón de Camas en tarde de pellizco cuando se abría de Capa en el albero Maestrante, a mí también hermanos y poder saborear estas vísperas que se nos van de las manos, pero vuestros Cristos y vuestras Vírgenes os están esperando en la oscuridad de una capilla, a que lleguéis con el alma vacía para poder vivir todo el año de sus recuerdos.

Por eso Hermanos, que osadía la mía al querer pregonar aquello que vosotros hacéis de maravilla, aquello que cuando os ponéis blancos costales sois los apóstoles de la misma Virgen María, porque si ELLA no los tenía cuando en Belén la eligieron ser Madre de alguien que por nosotros moriría, hoy día no sois doce, sois legiones enteras del Amor por la Virgen María….y pasarán los años… y se fundirán los tiempos en la lejanía… y vosotros seguiréis siendo los Apóstoles de la Virgen María. Por eso os pido hermanos míos, que perdonéis mi osadía por venir a hablaros de costales, de fajas y de capataces al frente de una cofradía. Seguro que mi chicotá con vosotros no se recordará por mi prosa ni mis versos, pero el estar delante de tan buena cuadrilla hace que se me olvide que en esta corría, la trasera seguro que se me hunde, los costeros no me aguantan la caída y pa´colmo llega el fiscal de paso y me dice: “¡levanta el paso que nos vamos!, que el Cristo va ya por Carnicería”.


Estar en este atril es estar con los amigos de mi infancia, porque mi infancia va ligada a las Cofradías y a los pasos, nunca encontrare palabras para agradecer a mi Padre que me enseñara la senda Cofrade a seguir.

Cuantas cosas junto a ti aprendí,

Me diste lo mejor que me podía ocurrir,

Enseñarme a rezar a Dios y a un Cristo muerto que vive en el Albaizin.

Por eso levanto la vista y veo muy cerquita de mí, “igualao” en las primeras trabajeras, a la persona que compartió conmigo juegos de niños bajo las trabajaderas del Misterio de la Sentencia o el palio de las Maravillas…¡compadre! nos hemos hecho mayores a golpes de cofradías. Apenas llegábamos a las trabajaderas pero ya soñábamos con ser costaleros. Esos niños se hicieron mayores y por fin un Jueves Santo su sueño se hizo realidad, esa noche serían costaleros del Santísimo Cristo de la Misericordia. Fueron años muy bonitos, donde nuestros mayores nos enseñaron a querer las Cofradías. Hoy, desde el mismo cielo, uno de esos mayores que tanto nos enseñó, seguro que nos estará viendo hablando de costales y cofradías, y seguro que estaría “igualao” en las primeras trabajaderas junto su gente del Silencio, ¡ésta levanta va por tí Tomás! que hace tiempo que te la debía.

Y eso es que lo que os pido hermanos costaleros, que queramos este bendito mundo de las cofradías, no nos quedemos solamente en la afición al palo, seamos cofrades comprometidos, no costaleros de un día. El Padre Cue siempre dijo unas sabias palabras “la afición se pierde la devoción se queda”.

Costaleros, ¡amar a las Cofradías!, ¡amar cuanto les rodea!..¿Cómo hay gente que se autodefine profesional o aficionado a este mundo de la costalería? Cuantas ausencias he notado en mis cuadrillas en noches de quinarios, de triduos o en Vía crucis de nuestros titulares, de aquellos que luego pretenden que el día de la salida no les falte ni un trabajo ni una chicotá, cuando en toda la Cuaresma no se dignaron de ir a la Iglesia a rezar. No seáis corrientes en la cuadrillas de la duda, de la poca fe, no viváis la espera como vísperas de la nada, la duda aquí no tiene sitio, ni hora, no será nombrada en el cuadrante del Capataz en un perfecto arameo. A ellos les diría, que cuando salen a la calle con sus titulares están evangelizando a este mundo tan necesitado del amor de Dios y de su bendita madre y que en esta sociedad, estos Gobernantes nos quiere quitar el amor de nuestros amores, la fuente de la vida del que dió la vida por nosotros, queriendo arrinconarlo en un cajón o una esquina. Honremos y luchemos por el Amor a nuestras imágenes, como lo hicieron en unos momentos de necesidad unos Primitivos Nazarenos de Sevilla hace cuatro siglos, cuando prometieron derramar hasta la última gota de sangre por la pura y limpia Concepción de la Virgen María. Vosotros, Hermanos Costaleros, dais lecciones de Amor bajo vuestras trabajaderas, ¿hay amor más bonito que el vuestro? Sois aquellos que hacéis que el verbo se haga carne y habite entre nosotros, sois sus nuevos apóstoles hermanos. Amemos lo que hagamos, busquémosle un sentimiento a este mundo tan necesitado de amor, de devoción, de religiosidad…,démosles en cada chicotá las gracias a ÉL por dejarnos estar donde tenemos que estar. Porque vosotros hacéis que el poeta componga la mejores rimas de amor hacia nuestras imágenes, hacéis que los niños reciban la mejor catequesis posible en donde sus padres les darán las mejores lecciones de amor de lo que están viendo, de lo que están sintiendo, de lo que están viviendo, hacéis recobrar la fe en la calle a quienes nunca la perdieron pero la tenían olvidada.

Por eso os pido hermanos costaleros desde este atril, que la hermandad de la Cena me brinda, que no dejemos la devoción a un lado de todo lo que nos rodea en este mundo de costales, de fajas y de cofradías, de Domingo de Ramos a Domingo de Resurrección. Nunca olvidéis que hace dos mil años un hombre murió en un madero por la salvación del mundo entero y aún después de siglos venideros seguiremos hablando de un Cristo que murió en el madero. Tanto amo Dios al mundo que entregó a su hijo para que todo el que crea en Él no padezca, sino que tenga vida eterna.

Pero aquellos que conocemos este mundo sabemos de la importancia de la afición a este mundo del costal y del martillo, benditos sean todos aquellos que portan al Señor nuestro Dios, pero teniendo presente el porqué y para qué están allí. Mirad en cualquier chicotá por un respiradero o por un faldón y cuando veas la mirada de aquél que le reza a tu cristo o a tu Virgen entenderás que tu esfuerzo o tu afición es algo más que eso. Esa mano anónima, que en la calle acaricia la mano del costalero agarrado a un zanco en una revirá, es algo que no se puede explicar, pero si te diré que tú estás debajo del mismo Dios en cada chicotá que tú das. Todo esto te lo regala Dios, costalero, que cada Semana Santa que pasa Él te da salud para que lo pasees junto a su Madre por las calles de Granada.

Humildad…, que bella palabra y cuantas veces la dejamos olvidada al colocarnos nuestro costal…, ¿os dais cuenta hermanos qué para entrar en cualquier paso lo primero que hay que hacer es agacharse?.En ese momento Dios y su bendita Madre nos están dando la primera lección que vamos a recibir la de ser humildes. Esta lección la recibí y la comprendí porque mi devoción cofrade hizo que mi alma emprendiera un camino al corazón del cristianismo, Jerusalén. Y en Belén descubrí esta lección, porque para entrar en la gruta de la Natividad allá donde nació el mismo Dios hay que pasar por la Puerta de la Humildad, agacharse y ser humildes ante lo que vamos a vivir.

Pero ahora dejadme que arríe mi palabra y que descanse mi pesada carga, que hablar de Costaleros, de Aficionados y de devoción en Granada tiene su guasa y su miga y dentro de unas horas a este pregonero de costales blancos y negras fajas, no de colorines y aun menos costales de Piolines le caerán pesadas sentencias de lo que aquí se hablo, se escucho y dirán que para el rezo poco falto.

Y ahora, cuando las vísperas se nos escapan de nuestras manos, cuando tan solo dentro de unos días sentiremos como todo empieza a terminar, ahora las esquinas ya no verán pasar la sombra de las parihuelas, la Cuaresma va ya de recogida, nos regaló todo su esplendor pero la luz de la Primavera está anunciando su llegada, los amaneceres del Albaicín solo querrán que lleguen ya sus Vírgenes, y las noches del Realejo pasarán a golpe de martillo y chicotá. Hoy la ceniza es un recuerdo guardado en nuestra alma y dentro de una semana muchos de nosotros a estas horas estaremos colocando ese bendito terno blanco en la habitación como un novillero prepara el terno de la ilusión, nosotros cumpliremos ese mismo rito. Por eso no me robéis nunca el mes de Abril, dejadme sus vísperas, dejadme que pare el reloj cualquier noche de Cuaresma debajo de una parihuela o en un Quinario, haciéndome la ropa o hablando con otros benditos locos del costal. Hablaré mil veces con Cuco de cómo entraremos este año en Pavaneras, con mis querubines del Realejo veremos como reviramos en Pasiegas y comandando mi trasera irá el Coletas. Con Yiyo soñaremos que llevamos al Soberano de San Emilio al compás de palilleras, besaremos sus manos y sus mismos pies porque ELLOS nos dicen lo que va venir.

Son vísperas de algo eterno, vísperas de algo que nos enamora, de algo que sientes que esta empezando a terminar. Cuando el Domingo de Ramos te haces la ropa , la última ropa blanca de este año, ese algo ya se te empieza a ir de las manos, se nos va sin nosotros quererlo, no podemos vivir sin ello, no podemos dejar de quererlo, no podemos dejar de amarlo, todo esto es ser cofrade y ser costalero.

En la siguiente chicotá, vámonos a un barrio donde la luna no descansa ni en la Madrugá, donde todas las tardes una embajadora nos embriaga el alma, ¡vámonos pal´Realejo que el corazón manda!

Hablemos de ese día que Dios a los Hermanos de la Cena les regala. Hermanos os regala su luz, esa luz que mi hermano Ignacio vió hará un año junto a su Madre del Rosario, os regala las ilusiones de unos niños con sus palmas, abrís con vuestro eucarístico cortejo la semana más grande de nuestras vidas, porque como decía el poeta “la vida es una semana”. Vuestra cuadrilla son los seises de Granada ante la sagrada eucaristía, solo unos pocos privilegiados pueden estar delante del mismo Dios hecho pan y vino y vosotros lleváis a ese Dios como no lo lleva nadie, con el izquierdo por delante si suena “Amor de Madre”, y mi compadre Alvarito mandará como en Graná no manda nadie, y la Victoria anunciará por qué en un palio llevamos a nuestra Madre, con esa finura y esa gracia y ese movimiento y ese son, ese amor y ese cariño que en Realejo a un palio saben darle. Para mí una cátedra de la costalería habría que darle, cuando en Santo Domingo se abren las puertas y sale la Cena a la calle.

Pero es Domingo de Ramos en Granada y mi Soberano sale a la calle. Vive en San Emilio y ese día deja el barrio al cuidado de su Madre del Dulce Nombre, nombre de María. Ese Silencio Blanco que precede su misterio llevará el silencio y el recogimiento…Hermandad de esparto y de cola…y la cola siempre al brazo, que Nazareno más elegante no cabe…y llegará tras un silente cortejo una Cartuja Granadina que el esplendor más grande del barroco nunca vió por las calles de Granada. Cuadrilla grande entre las grandes, pero que se hizo grande a golpe de sufrimiento, a golpe de llamador y a golpe de una marcha grande entre las grandes, Amor de Madre. Años difíciles pasaron bajo las trabajadoras, pero sus hijos estaban ahí para que no volvieran a Despojarlo de vergüenza y de escarnio, y hoy el Soberano cada Cuaresma ve como hijos suyos sin poder llevarlo se quedan. ¡No desesperéis, hermanos míos!, que la ilusión es la mejor compañera y pronto seréis sus profetas.

Refugiame, Amor de Madre, Sagradas Vestiduras, Silencio Blanco, Al Señor de Sevilla…son el complemento perfecto de la Cartuja del Domingo de Ramos. Su paso siempre valiente y andar de frente, el compás mu abierto y esas levantás siempre arriba, ese es al andar del mejor misterio que en Graná anda de frente. Y otro año más se producirá el milagro de poder rezar al Sagrado Protector desde las trabajadoras, cuando a su casa llegamos, cuando es Domingo de Ramos, ¡“la izquierda adelante y la derecha atrás”! manda Dioni como siempre y mis pies tirando del zanco están. Cuando arriemos,veremos a su Madre de Consolación esperando que Granada un manto de estrellas para ELLA sea y ÉL, desde una cruz de plata a toda Granada la protegerá.

Sayones no le riñáis más que la muerte va padecer triste y serena,

Que si hoy va Despojado, mañana en una cruz de plata irá ÉL.

Hoy capirotes blancos le acompañan, mañana el Muñidor irá delente de ÉL.

Hoy plumas al viento le acompañan, mañana cirios color tiniebla rezarán tras ÉL.

Son vivencias de su cuadrilla, vivencias del Domingo de Ramos cuando toda Granada espera que desde que sale de San Emilio hasta que de Madrugada llega, su cuadrilla lo pasea porque tiene mando, tiene casta y querubines celestiales que por San Emilio lo llevan, es Domingo de Ramos y el Soberano de San Emilio por Granada se pasea.

Era ya cerca de la hora sexta, cuando al eclipsarse el sol, hubo oscuridad sobre toda la faz de la tierra hasta la hora nona. El velo del Santuario se rasgó por medio y Jesús, dando grito dijo: “Padre en tus manos encomiendo mi espíritu” y dicho esto expiró.

Y ahora cuando la luz y la oscuridad se adueña de mí, dejadme que os lleve a la severa oscuridad de la noche, donde esa oscuridad se ve turbada por la luz del que es dueño y Señor del lugar, Príncipe de la Paz, acogiendo en sus hombros el imperio del Padre como lo anunciara el profeta Isaías. Cuatro hachones de color tiniebla te recordarán que en este mundo de paso estás, que del barro naciste y en polvo te convertirás, que esa cruz donde el todopoderoso clavado está, siempre en nuestra vida nos acompañará…y mientras tanto…quedarás en una esquina abrumado por la tiniebla, por el silencio, verás pasar el tiempo a golpe de ruan y esparto, a golpe de promesas y pies descalzos. Aquí el tiempo se detiene, no entiende de prisas, solo quiebra albores de pies descalzos por quererte, pero ÉL, esa noche vencerá a las tinieblas.

¿Cómo puedo explicaros lo qué un costalero de negro siente? Es la Madrugada que vivirá cualquier costalero de negro, ese costalero que porta a sus titulares por el Amor de Madre y el Amor a un hijo, porque orgullo es llevar a la misma muerte del que aceptó la muerte para salvar al mundo. Esta noche parece que las súplicas son más súplicas, ÉL carga durante todo el año con la fe de nuestros pecados y esa noche, Dios verá la pesada carga que soportó el Nazareno

“eloi,eloi lama sabactani”

Dios mío, Dios mío por qué me has abandonado

Aquí no hay música ni campanillas, ni aplausos del público, simplemente escucharás, “venga de frente”, y arriarás cuando el bendito Nazareno cansao está ya de tanto rachear. La cruz pesa y camino del Gólgota más, por eso sus hijos un paso lento y racheao por Él llevarán, su capataz una voz ronca y seca para mandar.

Siempre recordaré en mi memoria la saga de los Ariza, mandando al que todo lo puede en la Madrugá. Cuantas lecciones de amor da el costalero de negro bajo su titular. Ahora arrío el paso bajando al Santo Ángel Custodio cuando la noche solo la rompe el tañir a duelo de unas campanas que lloran porque a su hijo lo ven llegar, detrás llegará su Madre, Consolación de un pueblo cristiano que llora como la cera que arde. Cada cirio que arde es por un enfermo, una madre que llora o por un anciano al que ya no le queda nadie. Ese mismo sentimiento de negro que durante muchos años aprendí junto a la muerte serena, junto a tí Cristo de la Misericordia mis primeros pasos de costalero dí, tú me enseñaste que ser costalero de negro es saber sufrir, solamente el Silencio es la mejor compañía que un costalero va recibir…y cuanto más Silencio recibía, mas me acordaba de tí.

Yo no acierto a saber Cristo de la Misericordia

si estás muerto o dormido,

Si estás callado o arrepentido

al ver tanta crueldad con jirones de dolor pasar,

Cuelgas tu buena muerte por tres clavos suspendidos,

De San Pedro a San Nicolás veo tu muerte pasar,

Sereno y callado, triste y melancólico te ve el Darro caminar.

La Alhambra enmudece y los moriscos hablan de tí al pasar,

¿Habéis visto al lirio de Judea?

Pelo caído, sudario al viento en un Gólgota que Granada San Nicolás llamará,

Hoy no tendrás Cirineo, ni tampoco San Juan a tu lado estará,

la Virgen María camino del Campo del Príncipe irá para a las tres rezar.

Hoy Cristo de la Miresicordia

tu única compañía será el Silencio de tus hermanos

por las calles de Graná.

Ahora son años donde otro Silencio empiezo a sentir, un Nazareno me tendió su mano y mi sueño pude cumplir, ser los pies de Dios por las calles de Sevilla y salir de Costalero de un templo donde la Reina del llanto es el Valle de nuestras vidas. Ese Nazareno me tendió la mano de Sevilla, la mano de sus cofradías, sus pasos, sus costaleros, sus Capataces. Sus ritos y sus reglas aprendí y como dijo Rafael Montesinos, descubrí el camino más corto para herirme, al tener que desprenderme en Granada de lo que yo más quería, pero un bendito Nazareno me tendió su mano y yo la cogí como si fuese mía.

He aprendido, en sus calles de noches frías, lecciones de costalería, he aprendido a sufrir y hacerme respetar, que siendo de Granada hay que demostrarlo más todavía. He descubierto maestro del Martillo que durante muchas Madrugadas perfumó Sevilla de arte y Angustias Gitanas y me dejó que en calle Boteros embriagara mi alma al poder tocar el martillo de una Reina Gitana. También descubrí en un atrio que retrocede cinco siglos arrodillado ante una mesa de disciplina, la brevedad de la vida y la cercanía de la muerte, una calavera bajo una cruz de marfil, dos celadores y cinco cruces de Jerusalén hacen que el tiempo no pase por San Antonio Abad y como testigo, cinco estrellas prendidas de un manto de plata de la Pura y Limpia Concepción Virgen María.

Pero ahora, sin poder evitarlo, una brisa marinera embriaga mi alma. Son tantos años junto a ELLA que no puedo parar de nombrarla, se llama Rosario y por primavera volvemos nuestras miradas. No quisiera olvidarme de un maestro que me dejó por primera vez llevarla, tiene un corazón tan grande que nunca podremos olvidarle, se llama Paco Toro y para nosotros es como un padre, ¡qué Dios te bendiga muchos años maestro! que con tu corazón, tu gracia y tu arte delante de un palio nunca habrá nadie en Granada.


Dios te salve que eres Reina y Capitana,

Desde un balcón te cantan que eres la más bonita

Que del cielo vieron bajar.

El miércoles Santo Ángeles del cielo bajan para poderte pasear,

En tus manos navegan las promesas,

las penas de tu barrio y tu hijo que te reza.

Tus costales son promesas amarradas a tu ancla,

Los costeros son amuras, la proa tiene Zambrana,

Y la escoltan seis lepantos marineros de la Armada.

…Y quiero ser bellota que en tu palio va,

Jarra de plata para a tu lado estar,

Corona de oro que en tu frente está,

Novia de mil amores y Madre que siempre está,

Refugio de afligidos que a tu iglesia a verte van…

Cuentas Primaveras a golpe de corazones,

De sentimientos y de promesas,

Cuantos requiebros de amores bajo un cielo de estrellas que tu palio será.

Tu cielo es la gloria nuestra y tu universo un barrio que Realejo se llamará.

Esos son los recuerdos que llenan nuestra alma, ese flautín de Rocío cuando ELLA a su barrio llega al despuntar el alba, mecida por querubines que de nuevo para atrás andan. ¡No os la llevéis, hermanos mios! que hasta el año que viene ya no pasa. Dejadme que la mire, que ELLA es mi Capitana, la que guía mi vida desde una mañana de Abril que se cruzó en mí su mirada, ¡no os la llevéis hermanos!, dejadla al son del alba, ese son que tenéis los costaleros de Palio, esos benditos querubines que un buen día bajo ELLA encontrasteis el arca de la alianza, porque no estaba en Jerusalén estaba en el Realejo y Rosario se llama. Esta chicotá va por vosotros hermanos míos, yo cada Miércoles Santo os doy mi voz y vosotros me dais vuestra alma.

Míralos que ya llegan,

son su cuadrilla torera que a Santo Domingo llegan.

A las cinco en punto de la tarde,

como diría Federico, ¡qué hora más torera!

Ahí llega mi cuadrilla, hay llegan mis toreros.

Terno blanco y costales azul pureza para llevar a su Reina,

En la delantera un monstruo del mando, del temple y del compás,

Juanmi se llama y en la trasera su compadre Cuco le guiará.

En los toros mandaron los Hermanos Gallo pues en esta cuadrilla

Los gemelos Vilar en cada revirá,

Er Bailón y er Sevilla tienen arte y poderío pa´rabiar,

De Carlitos Chicote y Yiyo ¿qué les voy a contar?,

Y pa´ completar este cartel de artistas,

Victor con nosotros vendrá.

Los mejores toreros Triana vió pasar y

Esperanza de Triana Coronada, al entrar en el Realejo, al Rosario le tocarán.

Los pies fijaos ar suelo y con la cintura arte crearán,

¡Coletas! esa derecha atrás y Currillo Toro fijándole está,

¡Au! un poquito la izquierda atrás,

que vas repartiendo Amor en cada revirá.

Zamorita a su vera aguantando er zanco está

y los hermanos Romera atentos siempre en la trasera.

Y si aún creen que hay poco arte en mí delantera,

llevamos al poeta del barrio,

que cuando los kilos aprietan Antonio Valentín

despata el tarro y empieza a hablar el poeta…

¡Dios te salve Rosario

y benditos son tus hijos

que te traen por tu barrio!

Y ahora que me encuentro embriagado por las calles de mi barrio, dejad que os cuente la historia de amor más bonita que yo imaginé nunca. Todos vosotros la conocéis, pero nunca pensasteis en ellos. Son dos amantes que siempre estarán condenados a enamorarse, cumplen primaveras como yo, al lado de una Dolorosa de la estirpe de David, la llaman, como vecina que es, Dolores, Misericordia o Victoria pero cuando llegan estas noches se ven de nuevo, se miran. Aún no se quieren, pero pronto volverán a escribir el poema de amor más bonito jamás escuchado al son de marchas románticas, eternas, grabadas en ese rincón del corazón donde los suspiros no alcanzan a contar lo vivido, lo amado, lo nunca olvidado.

Esta historia de amor empezó hace muchos años cuando una bambalina se enamoró de un varal, cuando por primera vez escucharon juntos Coronación de la Macarena o Virgen del Valle, al son que les marcan los testigos de ese amor eterno, sus costaleros. Y no pueden vivir la una sin el otro y cada Primavera pregonan que el amor de ellos perdurará por los siglos eternos. Llegarán noches de Cuaresma y se mirarán, y se hablarán, y juntos escribirán la historia de amor más bonita contada entre una bambalina y una varal.

Hermanos, aprendamos de los mejores lecciones de amor que nuestra Semana Santa nos da, esas no están escritas en los evangelios, ni en las palabras de nuestros consiliarios, están esperándonos a que nosotros las escuchemos. Una chicota que se va ya no vuelve a nuestras vidas, atrás se quedaron nuestros recuerdos, nuestras promesas, nuestras plegarias. Por eso os pido hermanos costaleros, que viváis cada chicotá como si fuera la última y piensa que el que va arriba fue arrestado, vejado y escarnecido, y aún al paso de los siglos se le recuerda como el cordero divino, como la sangre de la vida, como la salvación de nuestros pecados y tú debajo de Él has estado, y tu bendito sudor junto a un hermano has dejado, y recuerda siempre, como lo hace el pueblo judío, que encima de tí, siempre estará EL.

Y ahora, dejadme que os hable de alguien que con su voz a ELLA le alivia el llanto, al costalero le lleva a los cielos y al mismo Cristo le quita las espinas del sendero, el Capataz. Dejadme que coja prestados estos bellos versos al Padre Cue:

Para ser buen Capataz,

Padre, ¿el consejo mejor?

Hijo, serás más capaz cuando tengas más amor,

Ojos de Águila en la cara,

Sentido de la proporción,

La voz como el agua clara,

Y los nervios en razón,

Pero no bastará hijo sin el corazón.

Si llevas al Gran poder,

Amor hijo y paso a paso,

No hagas al Señor correr,

Acaso la cruz le fuera al caer.

Si llevas a Dios clavado del madero,

Hazlo con mimo y cuidado de enfermero,

Dale un paso acompasado y hazle de pluma el sendero.

Y si es la Virgen María con su palio hermosa toda,

Considera que ese día la Cofradía te la confía,

Y es niña que va de boda.

Llévala como una flor, como un clavel,

No mejor…llévala-Virgen María-

Como a tu madre y a la mía,

Hijo, con inmenso amor.

Capataz tu mano es igual que aquella que pintara Miguel Ángel en la Capilla Sextina, centro de todas las miradas del orbe cristiano.Tu mano es igual que la de los Montañez, Juan de Mesa o José de Mora cuando tocaban la gubia, igual que la de Abel Moreno, Font de Anta o Pedro Braña al coger la batuta, igual que la manos de Teresa del Castillo, Rodríguez Ojeda o García y Po cuando bordan el oro. Capataz tu mano crea arte cuando se dispone a llamar a su gente, Capataz nadie me lo contó, ni en ningún libro se escribió, las tres llamadas del martillo que a tu gente haces. son por el Padre, por el Hijo y por el Espíritu Santo que sale de tu garganta. Y que mejor manera de empezar tu pregón, si la Santísima Trinidad es tu mejor consejera, pero Capataz antes de llamar a tu gente, mira a tu alrededor y deja que te cuente lo que llevando a mi Madre del Rosario a mi me pasó. Fue hace dos años, cuando tras pasar Plaza del Carmen a mí se me encogió el corazón. Arriao estaba el paso y repartiendo fotos de mi Madre me encontraba alrededor, de repente una mano inocente me tocó, era una niña deficiente que mi mano cogió. En ese momento creía que una Santa a mí se acercó. Yo la miré y ella con una mirada su corazón me dió y sabia que sus ojos me decían: “Hablalé a la Virgen que hoy no puedo yo”. Me fuí pa´mi gente y les dije que esa levantá era por un ángel que la Virgen del Rosario tenía muchos años que cuidarle, protegerla y rezarle y ellos me regalaron una levantá como solo el Rosario sabe dar. Aquí no termina esta historia, porque los milagros un Miércoles Santo también pueden darse, en aquel instante una rosa de la delantera del palio a mis pies fue a parar, en toda la noche no se cayó ninguna rosa de su bendito altar. En ese momento la Virgen me decía “¡Dásela a mi hija! que yo de ella cuidaré toda la vida”. Yo se la llevé tembloroso, como si fuera conocer a la mismísima Virgen María y ella me regaló una sonrisa que no se me olvidará jamás en la vida.

Por eso Capataz antes de llamar, a tu alrededor debes mirar, porque verás a impedidos en sillas de ruedas, discapacitados o hijos de Dios que necesitan de su compañía y compresión y no lograrás saber si son ellos mismos o Ángeles revestidos de inocencia, desamparo y ternura enviados por el mismo Dios para ver Cofradías. Capataz verás lagrimas resbalar por el hermoso rostro de una anciana a la que no le quedan ya muchas Primaveras y vió como su amado partió hace unos años de esta tierra. Verás en el rostro de la gente miradas tan desgarradoras como reales en las que se suplica misericordia, perdón, salud o amor. Y capataz también verás la inocencia de los niños reflejada en su cara, esa inocencia les llevará a querer ver lo que pasa o lo que hay tras esos faldones, ¡ábreselos!, enséñales a los apóstoles de Jesús y de María, enséñales donde se fragua el cariño hacia el mismo Díos. ¿Habrá más ternura en el mundo que la pregunta de un niño al ver la Semana Santa?... ¿Por qué llora la Virgen?... ¿Por qué tiene sangre el Señor?. Y ese momento entenderás a aquel profeta que hace dos mil años dijo: “Dejad que los niños se acerquen a mí”.

No quisiera obviar el momento para darles las gracias a todos aquellos que delante de mí se pusieron. Me regalaron palabras, abrazos y muy buenos momentos, me dejaron ser apóstol del León de Judea, ser su siervo como anunciaron los santos profetas o sentir que me encontraba en el Mar de Galilea y recordaba las bellas palabras que dijo Jesús: “Venid en pos de mi y haré que seáis pescadores de hombres, cojieron sus costales y le siguieron”. Por unos momentos nombres como Dionisio Martínez, Miguel Almagró, Antonio Mendez,Pepe Carvajal, Paco Toro o Pepe González Mesa marcaron mi vida como costalero. Ellos fueron mis Capataces y me dejaron ser siervo de Dios, por ello maestros seguid dando lecciones delante de vuestras cofradías y como decía ese gran maestro de la Costaleria “seguid perfumando de arte vuestras cofradías”.

Y seguiréis siendo profetas del Altísimo en la tierra,

Porque iréis delante del Señor enseñándole su camino,

Irá por tres clavos crucificado y tú aliviarás su camino.

De la pena más cabal, a tu Virgen morena una sonrisa sacarás

Porque tienes mandó, tienes temple y un repique de campanas suena al verte pasar.

Siempre sueño con verte Capataz siempre en Primavera,

Por que vas delante de mi Madre perfumando de arte calles y aceras.

Capataz que nadie toque tu santuario de palos y maderas,

Que hace dos mil años un niño jugaba en una Carpintería cualquiera,

Y hoy llevas a ese niño por Granada quitándole tú las penas.

Hermano Costalero, la fugacidad del momento ha ido robándole minutos a la noche. Sin darte cuenta has vivido lo que durante el año habías soñado, habías amado y junto a tu hermano un bendito sudor has derramado. Y cada chicotá que esta tarde doy, bellas estampas de amor y costal junto a vosotros comparto. Recuerda esa bella historia que me contó mi amigo Luis Varela, costalero de Gran Poder de Sevilla, como después de otra bendita Madrugá de pasear al que todo lo puede de San Lorenzo, una mujer se le acercó tras terminar su Madrugá y le pidió que si su camisa le podía dar, esa camisa que había llevado al Señor de Sevilla y que a un hijo enfermo en un hospital tenia que curar. Para muchos no será nada, para otros indiferencia, pero para mí es la mayor prueba de amor y de fe que a uno le pueden contar. Son tantas cosas las que debajo de un paso se pueden dar que la teología rompe su baraja y tras un cristo muerto puedas verla caminar.

Y ahora, cuando los zancos ya duele llevarlos, cuando los costeros vienen desde la Catedral bien asentados, cuando el caminar es lento y racheado…vas camino de casa y el corazón viene templado, quieres robar minutos a la noche y disfrutar de la mano de tu Virgen paseando. ¡Ven Madre! Que descubriremos rincones de cuando estábamos recién enamorados, ¡acompáñame Madre! Que quiero presentarte a quien me dejo el corazón prendado. Estará en esa esquina esperándonos, estará esperando a que lleguemos los dos caminando, creo que es la mujer de mi vida Madre y si tu lo quieres tendremos que ir a verte y contarte los dos que nos estamos enamorando. Así empezamos muchos de nosotros a escribir esa historia tan bonita que ocupa nuestras vidas. Llegas a casa y otras manos benditas te estarán esperando a altas horas de la Madrugada, noches de ensayos, de triduos y tertulias que nunca acaban, y siempre ellas esperándote están. Por eso, este año, al terminar tu estación de penitencia y antes de despedirte de tu Madre Celestial dile: “¡Madre! Este beso me lo guardo para quien me robo el corazón en un rincón de mi cuidad, la que guía mis pasos en la vida y mi familia junto a ella voy a crear. Por eso Madre, este beso te lo robo que dentro de mi corazón se va a quedar y al a llegar a casa de mis labios partirá a esa mujer pura, bendita y de gracia celestial, la que el día de mañana será el campo donde la semilla cofrade de mi familia se engendrará, aquella que alegra mis días desde que la bese un día de Septiembre en el altar. Ella durante nueve meses tendrá la dicha de tener la alegría más grande que en mi casa entrará, aquél que viene de lejos, aquél que viene de Dios tendrá. Será la trasmisora de le fe que nos dejaron nuestros abuelos, nuestras Madres y también llegará el día donde jamás se podrá olvidar el beso a un hijo en la mejilla al bajarle el antifaz.

Serán noches de recuerdos en túnicas blancas, en albas y en capelinas moradas. Acariciarás cada pliegue de la túnica y en cada acaricia una lágrima caerá. Serán noches donde los recuerdos vengan a golpearnos por los que ya no están. Y más tarde, irá de la mano de su Padre por el camino más corto, como manda la Hermandad. Y seguiremos los pasos que mi Padre me enseñó cada Madrugá…y sentiré las emociones cuando el Celador te nombre en la Hermandad…y si tú lo quieres hijo y te gusta, un costal tu Madre te planchará para poder volver a ser los pies de Dios por las calles de Graná.

He dicho.

Álvaro Jiménez-Herrera Hernández.